La plataforma MapBiomas Agua, desarrollada con datos levantados de capturas del satélite Landsat, determinó la pérdida de superficie de agua y glaciares en país

Los nueve países amazónicos, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Guayana Francesa, Perú, Surinam y Venezuela, han perdido un millón de hectáreas (ha) de superficie de agua, según datos de la plataforma MapBiomas, que desarrolló un visualizador de datos en línea que evidencia esta pérdida mediante gráficos y estadísticas.

La reconstrucción de la serie histórica mensual de superficie de agua en Ecuador estuvo a cargo de la fundación EcoCiencia, iniciativa ambiental.

Para ese propósito, analizaron imágenes satelitales del satélite estadounidense Landsat desde 1985 hasta 2022.

La media histórica de superficie de agua para Ecuador durante esos años es de 241.040 ha. En 2022, la plataforma registró 226.697 ha de agua, una reducción de 14.343 ha con respecto a la media.

Perú es el país con la pérdida de agua más grande respecto a su media histórica: tiene 124.292 ha menos que su media de 1′774.242 ha. Brasil, en cambio, ganó 910.029 ha.

Guayas es la provincia ecuatoriana con mayor superficie de agua del país: 81.000 ha, o el 36 % de la superficie total, está en este territorio. Le siguen Orellana con 30.000, El Oro con 25.000, Sucumbíos con 22.000 y Esmeraldas con 14.000. Los Ríos y Orellana se encuentran entre las provincias que más agua ganaron en 2022 respecto a la media histórica.

Las provincias que más hectáreas de agua perdieron en 2022 respecto a la media fueron Manabí con 9.908, El Oro con 4.798, Esmeraldas con 4.114, Guayas con 770 y Santa Elena con 581.

La información de la organización también identifica que 118.000 ha de agua, el 52 % de la superficie nacional, corresponden al bosque seco ecuatorial. El resto está en ecosistemas de la Amazonía, el bosque húmedo tropical del Pacífico y los Andes.

El visualizador también permite ver la pérdida de superficie de hielo de glaciares en los países sudamericanos .

Perú ha perdido 114.750 ha de glaciares, lo que representa una pérdida del 52,62 % de su superficie de hielo total.

Ecuador, en cambio, ha perdido un total de 2.927 ha, lo cual representa el 33,35 % de su súperficie de hielo en 1985.

Según la Organización Meteorológica Mundial, el derretimiento de los glaciares representa un riesgo de desabastecimiento de agua para poblaciones andinas, recurso usado para irrigación, uso doméstico y por hidroeléctricas.

En un reporte de 2022 respecto a la pérdida de superficie de los glaciares ecuatorianos, investigadores de Ecociencia señalan que el retroceso glaciar se debe al cambio climático y al incremento de la frecuencia de incendios forestales, que también liberan gases (dióxido de carbono, gas metano, etc.) de efecto invernadero, fenómeno responsable de mantener la superficie del planeta a una temperatura viable para la vida.

Una sobreconcentración de estos gases en la atmósfera, sin embargo, causa un aumento de la temperatura global, derritiendo el hielo, entre otros efectos en el medioambiente.

No obstante, la gran mayoría de emisiones de estos gases proviene del uso de productos derivados del petróleo, como el diésel y la gasolina.

Wagner Holguín, técnico de EcoCiencia, indica que MapBiomas empieza como una iniciativa para mapear la Amazonía brasileña y que se expandió para estudiar toda la cuenca amazónica mediante la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada, que involucra a instituciones de distintos países.

Dejar el análisis del territorio a organizaciones propias de cada país fue clave, pues el conocimiento local les permite entender mejor el territorio.

“El objetivo es ver la cuenca amazónica como una sola”, expresa. “Hacemos un mapeo temporal para saber lo que ha pasado a través de los años”.

Explica que usan imágenes del satélite estadounidense Landsat, pues es la única plataforma que tiene una serie histórica tan larga: las distintas iteraciones del satélite han capturado tomas útiles para el proyecto desde 1985.

Luego de que tienen las imágenes, un algoritmo de inteligencia artificial, entrenado con un banco de imágenes satelitales para analizar cada píxel de las tomas, identifica cada píxel como bosque o agua, por ejemplo.

Usan Google Earth Engine para procesar la información en la nube, lo cual significa que no necesitan espacio de almacenamiento físico. Una sola imagen satelital puede llegar a pesar entre dos y tres gigabytes(I)

Fuente: El Universo

Anterior

La Policía se enfrenta y mata a asaltante que robó un tanquero

Siguiente

A los jóvenes de Cuba ya no les interesa la Revolución

Revise También: