Ana Ordóñez, de 40 años, migrante oriunda del cantón Girón, en la provincia de Azuay, recibió la vacuna contra el Covid-19, en Ossining, en New York, en los Estados Unidos (EE.UU.).

Ella trabaja en un geriátrico público en el país del norte y le inyectaron el medicamento el lunes de esta semana. Acudió voluntariamente, pues contó que vacunarse no es obligatorio.

De esta forma Ordóñez se convirtió en uno de los primeros ecuatorianos en recibir esta medicina, de la farmacéutica Pfizer, en EE.UU., y tiene la esperanza de que esto le ayudará a no contraer nuevamente el coronavirus.

Y es que en marzo de este año ella se contagió de este virus, por lo que tuvo que aislarse y cumplir un protocolo médico. Ventajosamente logró recuperarse de manera satisfactoria.

“En base a mi experiencia no puedo decirles vayan, pónganse la vacuna, porque no sabemos lo que vaya a pasar… Con la vacuna tampoco es que ya no nos vaya a dar el virus, tenemos que seguirnos cuidando…”, dijo.

Relató que luego de vacunarse sintió un leve malestar corporal acompañado de dolor de cabeza, del brazo y de algunas articulaciones. También un ligero cansancio.

El 11 de enero de 2021 recibirá la segunda dosis de esta vacuna y está a la espera de que le llegue la autorización para reintegrarse a su trabajo. Labora en el área de limpieza.

Francisco Mora Rodas, médico en cuidados intensivos, de Cuenca, recibió la vacuna contra la Covid-19, en New York.

Francisco Mora Rodas, médico de Cuenca, que trabaja en The Mount Sinaí Hospital, en Manhattan, en New York, también está entre los primeros ecuatorianos en haber sido inmunizados.

Es especialista en cuidados intensivos y pertenece a esta casa de salud desde el 22 de junio de 2019. Es autor de algunas publicaciones académicas en el área de la salud. Estudió en la Universidad de Cuenca.

El pasado miércoles 16 de diciembre escribió en su página de Facebook: “Y es oficial… las vacunas están llegando a los trabajadores de primera línea y espero que muy pronto estén disponibles para todos…”.

Junto a esto publicó una fotografía de su tarjeta de vacunación, en la que aparece como encabezado “COVID-19 Vaccination Record Card”, donde está la información sobre la inmunización.

Scotty Ortega, también galeno, oriundo de la provincia de Cañar, es otro de los compatriotas que recibió la vacuna de Pfizer.

Scotty Ortega, también galeno, oriundo de la provincia de Cañar, es otro de los compatriotas que recibió la vacuna de Pfizer. Él en cambio está en Texas. Reside en la ciudad de Odessa.

Ortega dirige algunos centros médicos privados como el West Texas Medical Care, hospital de Oceans, hospital Encompass y el Continue Care. En este último hay pacientes geriátricos.

Recibirá la segunda vacuna el 12 de enero de 2021, y según dijo, esta es la que confiere la inmunidad del 95%. “La primera vacuna es probablemente alrededor del 50%…”, mencionó.

Y agregó: “del tiempo que te vacunas hasta que empiezas a tener inmunidad va a pasar dos o tres semanas, así que nada ha cambiado, me sigo protegiendo…”, dijo en una entrevista al portal Periodismo Público.

Gustavo Moreno, de Cuenca, médico residente en Froedtert & the Medical College of Wisconsin.

Gustavo Moreno, de Cuenca, médico residente en Froedtert & the Medical College of Wisconsin. Vive en Milwaukee, un condado que está situado al norte de Chicago. Es otro ecuatoriano que recibió la vacuna.

El 17 de diciembre se vacunó. “Cuatro días después de ponerme la primera dosis de la vacuna para Covid-19, puedo confirmar que no he tenido ningún efecto adverso…”, expresó.

Y agregó: “Entiendo que la vacuna es nueva y se basa en una nueva tecnología (ARN mensajero) … Tiene información para codificar proteínas que son reconocidas por nuestro sistema inmune para crear anticuerpos”.

Según Moreno, otras vacunas como la influenza, sarampión, tétanos, se basan en microorganismos vivos atenuados, muertos o toxoide. Cree que la vacuna contra el Covid-19 es más segura que las anteriores.

A decir de Marco Yanza, migrante de Gualaceo, quien vive en Long Island, y es parte del grupo Unidos Migrantes, hay decenas de ecuatorianos que han trabajado en el país del norte para evitar muertes por la pandemia.

“Aquí hay ecuatorianos en todas las áreas, que han estado y están en la primera línea apoyando y salvando vidas. Las vacunas son precisamente primero para ellos…”, señaló.

De acuerdo con Yanza, hay cientos de ecuatorianos asimismo que han perdido la vida por esta enfermedad. Otros se han quedado sin trabajo e incluso algunos han tenido que regresar al Ecuador. (CSM)-(I)

Fuente: El Mercurio

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