Por varias razones que han sido manifestadas por el Gobierno Central y por los mismos medios de comunicación, el Estado ecuatoriano está atravesando una dura crisis económica debido fundamentalmente a la caída de los precios del petrolero, situación no prevista por el régimen que fundamentó su presupuesto en función de un precio relativamente alto del mismo. Este escenario ha conllevado a que se redujeran algunos gastos, consecuentemente la revisión de algunas partidas, y dentro de este marco lo que más preocupa en lo local, es lo manifestado por el Ministro de Obras Públicas, en el sentido de que los municipios del país recibirían para el 2016 menos 10% de los recursos previamente asignados para su gestión local.
Específicamente en el caso de Girón, cuando las demandas crecen, cuando algunas ofertas de campaña aparecen como incumplidas, y sobre todo cuando conocemos del progreso de algunos cantones de la provincia, cabe hacer una reflexión ante la presente crisis económica, reflexión en el sentido de que: sus autoridades deben iniciar una inmediata optimización de recursos sobre todo en personal y gastos a veces no muy necesarios y además de una urgente y exigente gestión de los mismos, en función de satisfacer las necesidades apremiantes de una población.
Tarea nada fácil, pero que es necesaria emprenderla porque se enmarca dentro de las funciones de las autoridades. Es la hora de ser realistas y en comunión de ideas y de acciones optar por estrategias para laborar en TIEMPOS DE CRISIS.
Además de que no podemos ser pasivos ante la nueva ola de migraciones de la población gironenense, ante la falta de circulante económico y sobre todo ante el alto porcentaje de desocupación y subempleo que azota no solo a lo local sino que tiene repercusiones regionales y nacionales.
Hugo Lucero Luzuriaga
