Álvaro Noboa, padre del presidente de la República, recibió la condecoración durante la sesión solemne por los 204 años de Independencia de Guayaquil del Gobierno Nacional.

En una ceremonia solemne realizada en el Salón Simón Bolívar de la Gobernación del Guayas, el presidente de la República, Daniel Noboa Azin, otorgó este 9 de octubre la condecoración de la Orden Nacional al Mérito en el grado de Gran Cruz a su padre, Álvaro Noboa Pontón, en reconocimiento a “su destacada trayectoria empresarial, filantrópica y su contribución al desarrollo del país”.

La resolución destacó la labor de Noboa como fundador y expresidente de la Asociación de Corredores de Bienes Raíces de Guayaquil, fundador del Banco del Litoral y expresidente de la Junta Monetaria del Ecuador. Además, se resaltó su participación en la transformación de ciudades como Salinas y Guayaquil, y su liderazgo en la Corporación Noboa, una de las más influyentes en el sector bananero.

Álvaro Noboa, excandidato presidencial, fue ovacionado al ingresar al salón, levantando los puños en señal de victoria, en un gesto que recordó sus campañas políticas. La concurrencia, al grito de “Alvarito, Alvarito”, acompañó con aplausos su entrada, mientras él respondía con entusiasmo. Padre e hijo se fundieron en un abrazo, en medio de los aplausos de los presentes.

“Mi padre es un hombre trabajador, que no sólo dejó huella como empresario, filántropo y político, sino que también fue un padre entregado. Su legado es el de un compromiso con el servicio a nuestro país, un legado que siempre llevo conmigo”, dijo Daniel Noboa sobre su progenitor.

El evento formó parte de la conmemoración de los 204 años de Independencia de Guayaquil, y contó con la presencia de autoridades civiles y militares, como el ministro de Gobierno, Arturo Félix, y el gobernador del Guayas, Vicente Auad.

Además de Noboa, se entregaron otras condecoraciones. La atleta paralímpica Kiara Rodríguez fue galardonada con la Orden Nacional al Mérito en el grado de Oficial por sus logros en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020 y París 2024, donde obtuvo medallas de bronce y oro en distintas disciplinas.

Asimismo, Samia Álaba, patinadora ecuatoriana, recibió la condecoración Pórtico de Oro al mérito deportivo, y Marta Cujilán fue homenajeada por su emprendimiento con la popular picantería El Pez Volador.

La sesión solemne, aunque más restringida en comparación con la multitudinaria del 25 de julio, marcó un nuevo capítulo en la celebración de las fiestas de independencia de la ciudad, en un contexto de tensiones entre el Gobierno Nacional y el Municipio de Guayaquil, liderado por el alcalde Aquiles Alvarez, quien organizó su propio evento en el Parque Centenario.

“Todo lo improbable lo logramos”, dice Noboa

Durante su discurso, Noboa recordó los valores de perseverancia y determinación que heredó de su padre, el ex presidente Álvaro Noboa, a quien describió también como un “líder improbable”.

“Es en los momentos de crisis donde se forjan los líderes inesperados”, afirmó, mientras trazaba paralelismos entre las dificultades que enfrentó su padre en su carrera política y los desafíos actuales de Ecuador.

Uno de los temas centrales de su intervención fue la crisis energética que afecta al país, exacerbada por fenómenos climáticos adversos y decisiones desacertadas del pasado, dijo.

Noboa reconoció que Ecuador depende en gran medida de fuentes de energía vinculadas al clima, pero enfatizó que su gobierno está comprometido con un cambio estructural. “Hemos reactivado proyectos abandonados, desempolvado obras y estamos apostando por la diversificación de nuestra matriz energética”, aseguró.

El presidente también subrayó la necesidad de decisiones difíciles y de un liderazgo firme ante las múltiples crisis que enfrenta el país, no solo en el sector energético, sino también en seguridad y salud. “Este es un momento extraordinario en nuestra historia, y debemos ser líderes extraordinariamente improbables para sacar al país de una de sus peores crisis”, añadió.

El primer mandatario señaló que había que ser extremadamente comprometido y extremadamente loco para asumir el reto de dirigir los destinos del país en medio de la crisis de inseguridad como la que atraviesa el país. “Creo que soy un poco de las dos cosas”, dijo.

“Todo lo improbable lo logramos”, arengó el mandatario, candidato presidencial para las Elecciones Generales de 2025. “Sacaremos a este país de las cenizas de la historia”, añadió al final del discurso, que concluyó con gritos de ¡Noboa presidente¡ de los altos funcionarios de su gobierno.

Fuente: Primicias

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