El ciclista ecuatoriano Richard Carapaz demostró coraje y valentía en una de las etapas más exigentes de la Vuelta a España; entró segundo por detrás del británico Adam Yates y se metió en la pelea por la clasificación general. Majestuoso.
Richard Carapaz demostró, una vez más, su fortaleza e inteligencia para correr. Esta vez la estrategia salió a la perfección: atacó a falta de 90 kilómetros a meta y mantuvo el ritmo hasta el final.
Así, la Locomotora cerró la primera semana de la Vuelta de una manera inmejorable, en un terreno que conocía muy bien y que le favorecía por sus características. Demostró que tiene con qué dar pelea.
El recorrido propuesto por la organización entre Motril y Granada con 178,2 kilómetros incluye una primera ascensión a El Purche y en dos ocasiones al alto de Hazallanas, tres puertos de primera del máximo nivel de exigencia.
Además, tras la segunda ascensión todavía faltarán hasta la línea de meta junto al granadino Realejo-San Matías, casi 23 kilómetros en los que las alianzas que pudieran llegar a producirse, permitirán tanto minimizar daños como agrandarlos dependiendo de la situación de la carrera.
El día se intuye de los importantes para clarificar la clasificación general, en la que quedarán descartados unos cuantos de los aspirantes y también si hay alguno que está un punto por delante del resto.
La Vuelta no debería quedar decidida en Granada antes del traslado a tierras gallegas para retomar el martes la competición, aunque seguramente más de uno deberá replantearse sus objetivos en la carrera.
Fuente: Primicias
