La Cuenca-Girón-Pasaje, deplorable
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Algunos usuarios hacen gestos de impotencia y descontento al paso, y es que la vía Cuenca-Girón-Pasaje mantiene un cuadro de deterioro que cada vez empeora sobre todo en buena parte de los trayectos que comprende los tramos 2 y 3, esto es, Léntag-San Francisco y San Francisco-Pasaje, donde los grandes baches son una constante, o que se suma en estos días la caída de piedras, rocas, tierra y más materiales por efecto de las lluvias, volviendo un suplicio el viaje hacia El Oro.
Es una vía interprovincial que forma parte del eje vial estatal, de gran importancia, con un alto tráfico ya que constituye incluso un nexo entre Cuenca y el vecino país Perú. Fue el 15 de septiembre de 2014, que el Ministerio de Transporte y Obras Públicas, anunció el inicio del mantenimiento integral de esta carretera de 139,6 kilómetros, mediante contrato con la empresa china Sinohydro, por un valor de 31 millones 262.479 dólares, y con un plazo hasta diciembre de 2015, según información oficial.
Ayer había un grupo de trabajadores realizando limpieza de derrumbes en El Pongo-Girón; otro en Puenteloma-Santa Isabel, en la zona de la falla existente; un tercero en Vivar, realizando cortes en la capa asfáltica dañada y bacheo; y un cuarto en el sector Santo Thomás-cantón Pasaje, realizando trabajos de recuperación de un área afectada por un socavamiento producido por la creciente de un río, que ha puesto en riesgo a la vía.
Preocupa el estado de esta vía, en sectores como Pachamama, San Francisco, y San Sebastián, a más de los cráteres formado en la calzada, está el problema de las piedras caídas, mientras que la maza de tierra y vegetación ganaban terreno ayer en tramos como Léntag a 300 metros del puente de Rircay y Cáñaro, en el cantón Girón.
Relleno
El pésimo estado que impide un tránsito normal ha sido visto incluso por moradores de la zona como César Orellana, quien desde Tendales ha salido a San Sebastián para con una pala, realizar el bacheo, recogiendo material de la orilla de la vía, para rellenar en algo los huecos, pidiendo a cambio de su trabajo un apoyo económicos de los conductores.
“Vengo en vista del mal estado de la carretera y porque tengo necesidades económicas, por este trabajo algunos me dan 50 centavos o un dólar, otros me dejan hablando y pasan”, dijo el hombre. (AZD)-(I)
Fuente: El Mercurio
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