La “Cultura de la corrupción”
A leer el titular, muchos pensarán que se trata de un lapsus, pero es la realidad en la cual vivimos y lo pasamos por desapercibido. Y no estamos equivocados al hablar de una: “pauta de conducta de un grupo social” o cultura y específicamente de la corrupción, por la circunstancia de que directa o indirectamente lo aceptamos y hasta que somos parte, como: evadir impuestos, atrasarnos a las citas, irrespetar las filas, sobornar a las autoridades, engañar a los maestros, incumplir con las tareas, desobedecer a los padres y siendo realistas el hecho de aceptar como positivo la famosa “viveza criolla”. Estamos viviendo la “cultura de la corrupción”, lo aceptamos como algo tan normal, y sobre todo como que es parte de nuestra idiosincrasia. Por desgracia, hemos llegado a la tolerancia, al extremo de que nada nos importa, “allá el resto mientras no me toque”.
Tratamos el tema a propósito de los escándalos de Odebrecht, donde se ha fraguado una corrupción sin precedentes, por lo que en otros países como Brasil, República Dominicana, Perú, Colombia y más, el pueblo salió a las calles a exigir que se investigue, que haya transparencia y que los corruptos paguen sus penas, pero aquí en el Ecuador, país de las utopías, nos contentamos solo con conocer a través de los medios de prensa, de comentar entre amigos, caso contrario pasa como una noticia más, símil a crónica roja o farándula.
Creemos que es preocupante el que asumamos como “normal” un antivalor como es la corrupción, por ello pensamos que es la hora de practicar y ejemplarizar valores como la honradez y pulcritud, comenzando desde los entes centrales, la sociedad y la familia, anteponiendo y priorizando la práctica de la honestidad y desterrando de una vez por todas la corrupción, que por ahora campea en todo tiempo y espacio. Y quien diga lo contrario….!que lance la primera piedra!.
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