Los ecuatorianos están entre un numeroso grupo de migrantes que aguarda en campamentos improvisados hasta ser procesados por las autoridades de Estados Unidos.
Cientos de migrantes que llegan a diario a la frontera sur de Estados Unidos se amontonan en campamentos improvisados en medio del desierto de California, plagado de serpientes y escorpiones.
Activistas han definido a estos inéditos campamentos, que se ubican a los pies del muro entre Estados Unidos y México, como centros de detención a cielo abierto.
En esas condiciones, los migrantes esperan por días para ser procesados por las autoridades migratorias, que dicen no tener capacidad institucional para ir más rápido.
Cuando los migrantes llegan, reciben una banda marcada con el día de ingreso y “les dicen que se tienen que quedar aquí hasta que alguien los recoja”, contó una activista a la cadena internacional de noticias Univisión.
Sólo en tres de estos asentamientos en Jacumba, una pequeña localidad en el suroeste de California, unos 800 migrantes aguardan a diario.
Familias ecuatorianas llegan a los campamentos
Entre los cientos de migrantes que llegan a ese desierto están los ecuatorianos. Uno de ellos relató a la cadena Univisión que fue extorsionado por un grupo delictivo y que eso lo llevó a migrar.
A Carla, embarazada de ocho meses y que emprendió el viaje por miedo a la violencia y la crisis económica en Ecuador, le hace ilusión que su bebé tenga un mejor futuro si nace en Estados Unidos.
“No quiero que sufra como yo. Yo he sufrido”, contó a la AFP, acurrucada con su esposo cerca de una hoguera. “Sé que voy a sufrir un poco más, pero sé que va a valer la pena”.
Solo en octubre de 2023, 1.195 ecuatorianos fueron encontrados por la Patrulla Fronteriza en el sector de San Diego, California, según datos de la institución.
De ese total, 411 ecuatorianos viajaban en grupos familiares. Además, hay un grupo de 50 menores no acompañados.
En octubre, un total de 12.154 ecuatorianos han sido detenidos a lo largo de la frontera de Estados Unidos y México.
Además de los ecuatorianos, la mayoría de los migrantes que acampan en Jacumba son chinos o turcos, pero también hay ciudadanos de Uzbekistán, Afganistán, Colombia y Perú.
Sin agua, comida y baños
Bajo un sol inclemente de día y temperaturas bajo cero de noche, adultos y niños se resguardan en tiendas maltrechas y arman hogueras con ramas y piedras que impregnan todo con olor a quemado.
“Son advertidos de que si salen de estos campos serán deportados (…) Pero la patrulla fronteriza no les da comida, agua, refugio o asistencia médica”, dijo Pinheiro.
La ONG Al Otro Lado, junto con otras organizaciones, les llevan alimentos, agua y cobijas, cargadores eléctricos y les brindan atención médica. Pero temen quedarse sin recursos pronto.
Ni siquiera tenían acceso a baños. Ahora solo disponen de dos baños portátiles sucios.
“La patrulla fronteriza nos dijo que esta es la nueva normalidad”, comentó a la AFP Erika Pinheiro, directora ejecutiva de la ONG Al Otro Lado.
Pinheiro afirma que las autoridades los mantienen allí confinados mientras liberan espacio en los centros de procesamiento.
Un adolescente de 13 años murió el sábado en un accidente, y los activistas temen que ocurran otras tragedias.
Fuente: Primicias
Debe estar conectado para enviar un comentario.