El ataque ocurrió la noche del lunes en la cooperativa Guayas y Quil.

Olga Jordán, de 47 años, no paraba de llorar al ver los videos de sus nietos Jordania, Briana, Adiel y Aitana. Allí se los veía sonrientes, entusiastas en sus presentaciones en la escuela y juegos en la casa, antes del ataque criminal que les arrebató la vida la noche del lunes 11 de diciembre.

Los cuatro hermanitos, de 7, 5, 4 años y la última de 5 meses, ahora estaban dentro de los féretros blancos en el velatorio, en una vivienda prestada en el sector del Guasmo sur, la mañana de este miércoles 13.

Olga, abuela paterna de los niños y quien vivía con ellos, comentó que ellos estaban ilusionados con la Navidad, que le habían pedido que les obsequie una tablet para ver sus videos de forma tranquila, también una muñeca.

“Nos dañaron nuestra Navidad, aunque no teníamos mucho, teníamos la ilusión de pasarla junto con los niños. Ellas me decían: ‘Abuelita, cómprame la tablet porque mi papi no tiene plata’. Yo les dije que con el décimo del abuelito les iba a comprar una para que compartan”, recordó la mujer.

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Asimismo, en el velorio, el padre de los menores trataba de atender a todos los amigos, vecinos y personas que llegaron a ofrecerle apoyo moral y ayuda económica, así sea de $ 5, para que desayunen.

Bajo una carpa se colocaron varias sillas para recibir a los vecinos y familiares de los amigos de la escuela de las dos niñas mayores.

Jorge Soriano, abuelo de los niños, comentó que él recién había llegado a la casa en ese momento. “Me estaba bañando, había llegado hace diez minutos. Si yo hubiera llegado antes, ellos hubiesen estado conmigo y no les hubiera pasado eso”, comentó llorando.

Al sitio también llegaron funcionarios del Municipio de Guayaquil para gestionar ayuda para las bóvedas donde sepultarán a los hermanitos.

También le gestionaron productos de primera necesidad y ayuda con medicamentos a la mamá de los menores que sigue en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) en el hospital del Guasmo.

El padre de los niños comentó que aún está sin palabras ante esta situación, que está atento a la salud de su esposa y que busca poder darles el último adiós a sus niños de forma tranquila. (I)

Fuente: El Universo

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