Salida sur
El problema de la salida sur de nuestra ciudad, no es de estos días, se da desde hace varios años debido a su estrechez y se ha agudizado con notable gravedad en los últimos tiempos debido al creciente incremento del tráfico por múltiples razones. En el caso de la salida al norte, luego del desastre de la Josefina, Durán Ballén intervino para construir la denominada autopista de seis carriles que ha facilitado el tránsito, pero en el caso del sur se ha mantenido la antigua carretera estrecha que se ha obstaculizado por construcciones a sus lados debido a la expansión de la ciudad, sin que haya habido una visión futura de esta situación.
Durante el decenio del correato, él y sus seguidores se jactaban de las obras viales que, decían, son iguales a las de los países desarrollados. En algunos sectores del país se dio esta mejora, pero en nuestra provincia la situación empeoró. Recordemos que se mantuvo en estado calamitoso la Girón Pasaje de creciente tráfico durante esa administración, si bien se mejoró la Cuenca Loja. La que une Paute y Gualaceo que, gracias al peaje del Consejo Provincial se mantenía con decencia, empeoró cuando el anterior gobierno, teatralmente, destruyó la instalación del cobro de peaje y suprimió la contribución ciudadana No se trata de contar con carreteras del orden de la Riobamba Quito, pero sí con vías que respondan a las nuevas condiciones del tráfico con una visión de futuro que es básica en cualquier planificación.
Se habla de que el próximo año estarán listos los estudios para construir una salida decente al sur. Si esta oferta se cumple, transcurrirá un buen tiempo para su construcción, lo que no es tan fácil en un país cuyo gobierno actual recibió como herencia una lamentable situación económica y un sobreendeudamiento. El tratamiento de segunda vial en nuestra provincia por el gobierno central ha sido tradicional, pero, si comparamos con otros sectores del país, en el anterior el discrimen se intensificó. El gasto sin previsión del segundo boom petrolero, no llegó al Azuay, salvo el incremento de una burocracia cuya misión fue crear trámites innecesarios para justificar los sueldos que reciben, con las consiguientes molestias para los ciudadanos.
Fuente: El Mercurio