En Girón contamos con cuatro candidatos a la alcaldía y sus respectivos cuadros de concejales y vocales para las juntas parroquiales.
De entre los cuatro que pugnan por la alcaldía, los gironenses debemos elegir el que mejor creamos conveniente.
Es nuestra obligación informarnos de la condición de los candidatos; su preparación, su honorabilidad, sus proyectos y propuestas de trabajo.
Con todo empeño hemos de informarnos del espíritu que anima a los candidatos para respaldar con nuestro voto aquello que consideramos posible de ejecutar sin que caigan en el irrealizable mundo de las ofertas descabelladas y desproporcionadas.
Cuando tengamos la firme convicción de conocer a quienes pretenden representarnos, entonces estaremos listos para depositar nuestro voto responsable y consciente. Por favor no desperdiciemos la oportunidad de lograr un cambio que abandone definitivamente los viejos estilos de hacer política engañando, comprando el voto, luciendo una imagen bonachona que oculta los reales propósitos.
El tiempo nos dirá si nuestra elección fue buena, serena y responsable y nos hará coparticipe de los éxitos del ganador.
Representar a un pueblo significa ejercer su liderazgo; guíar sus destinos y construir su futuro canalizando sus aspiraciones. Un líder es aquella persona con capacidad de dirección y procedimientos que, antes que todo, busca el bienestar colectivo posponiendo sus conveniencias personales.
Por fin -sea cual fuere el resultado de las elecciones*- es nuestra obligación cívica apoyar lo que las nuevas autoridades hagan bien y como contrapartida, cuestionar a tiempo y no permitir que se ejecuten actos reñidos con la honradez, la transparencia y la ley.
Es o debe ser nuestra posición aquella de controlar los actos de las autoridades, el cumplimiento de las ofertas de campaña y que, por último, nos representen de manera que nos sintamos orgullosos y no avergonzados.
