Compañías que sufren extorsión incluyen en sus egresos el problema como parte de su planificación financiera. La situación sube los costos operativos

En los últimos dos años, a la empresa de Juan, quien prefirió omitir su apellido y el nombre de su negocio, bandas criminales le han obligado a pagar tres veces dinero para poder operar. Él es el gerente de una empresa empacadora que trabaja en la cadena de suministro de frutícolas, en la provincia del Guayas.

“Han sido cantidades importantes de dinero que hemos tenido que abonar para poder trabajar. Hemos intentado con denuncias a la Policía. Ahora contabilizamos posibles nuevas extorsiones para no tener problemas financieros”, dijo el empresario.

La extorsión, conocida coloquialmente como “vacuna”, entra en la contabilidad de empresas por la frecuencia o el alto riesgo de sufrirla para evitar problemas financieros o para pedir asistencia, como reestructurar créditos.

“Hemos recibido varios casos de pequeñas y medianas empresas que se han visto obligadas a incluir dentro de la planificación de pagos las vacunas o extorsiones, sobre todo en la zona industrial del norte de Guayaquil y en el sur”, aseguró César Coronel, abogado de Defensa Deudores EC, una empresa de servicios legales que se especializa en reestructurar deudas de personas y compañías.

Según la Policía Nacional, los detenidos por extorsión han crecido 72 % hasta julio de 2023, comparado con el mismo lapso de 2022.

La situación, señaló Carrera, ha afectado a empresas empacadoras de Guayaquil e incluso a un hotel. Las extorsiones pueden implicar rubros desde los 1.000 dólares hasta 8.000 a 9.000 dólares mensuales.

Cuando los montos de las “vacunas se vuelven inmanejables, los empresarios deciden trasladar sus operaciones a otras zonas o, en el peor de los casos, prefieren cerrar definitivamente”, dijo el abogado.

La tendencia de extorsión ha empeorado el problema de endeudamiento de las compañías porque se afecta su presupuesto. “Si no se cumple con estas personas, lamentablemente, corren peligro su vida y la de sus colaboradores. También su maquinaria”, añadió Coronel.

Además de afectar a las empresas, el inconveniente también puede afectar a toda la cadena de producción e, incluso el costo final de los bienes y servicios a los clientes, explicó el abogado, debido a los mayores gastos.

La cadena de producción del sector bananero es una de las más afectadas. Hay casos de empresas relacionadas que han tenido que pagar valores mensuales para poder operar o en otros un solo pago, señaló Richard Salazar, director ejecutivo de la Asociación de Comercialización y Exportación de Banano (Acorbanec)

Además de las vacunas, dijo el representante gremial, las empresas han debido hacer frente a los gastos de seguridad. “Esto es insostenible. Es un gasto que no se debió considerar”.

“Desde el punto de vista teórico, el incluir un gasto adicional que no genera más ventas sino que afecta, directamente, a la rentabilidad y estabilidad de los negocios, incide en que las empresas tomen medidas conservadoras con respecto a horarios de atención, nivel de empleo contratado formalmente, pero sobre todo, en el manejo de sus finanzas”, aseguró Andrés Rodríguez, gerente general de Oikonomics.

La situación actual no solo afecta directamente a la empresa, señaló el expePorto de Oikonomics, sino también a los consumidores porque al tener expectativas de delincuencia alta, dejan de salir a comprar o a gastar y prefieren cambiar su patrón de consumo en actividades consideradas más seguras, añadió.

Fuente: Expreso

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