Todo indica que se descubrió un empedrado del patio del antiguo convento de la comunidad religiosa de los jesuitas. Además, se encontraron 30 metros de canales de piedra.

Mientras se realizaban obras de regeneración urbana en Colta, provincia de Chimborazo, apareció una parte de la antigua ciudad de Riobamba.

Ésta había sido sepultada por múltiples terremotos, como el de 1797, cuando el cerro Culca se derrumbó y la cubrió por completo. El Instituto Nacional de Patrimonio Cultural, INPC, acaba de informar sobre este impresionante hallazgo arqueológico.

Las obras de regeneración urbana incluyen excavaciones para soterramiento de cables y arreglo de veredas. El INPC zonal 3 autorizó que un equipo multidisciplinario se integrara a los trabajos, incluyendo una arqueóloga del gobierno autónomo descentralizado.

Fotografía del sitio histórico descubierto. (Cortesía)

Todo indica que se descubrió un empedrado del patio del convento de la comunidad religiosa de los jesuitas. Además, se encontraron 30 metros de canales de piedra, según el reporte oficial del INPC, formarían parte de un sistema de distribución de agua en la ciudad.

Pero además el INPC informó del hallazgo de objetos de valor histórico: un fogón, utensilios de cocina como cucharas, cubiertos y tenedores de metal, con características coloniales. Por el momento los objetos se encuentran en el laboratorio del equipo de arqueólogos de Colta, para su análisis; posteriormente serán entregados en custodia al INPC.

Al parecer estos vestigios datan del período colonial, durante la decadencia de la hegemonía española. Se trata, entonces, de testigos de piedra que vivieron durante dos siglos, y que han vuelto a ver la luz, por una circunstancia inesperada.

El empedrado que había estado enterrado durante cientos de años. (Cortesía)

La directora encargada del INPC, Iovana Jaramillo, se reunió con el alcalde de Colta, Julio Guaminga, para definir caminos de cooperación.

Según explica el INPC, Riobamba y la región central sufrieron a lo largo de los siglos varios terremotos. El más devastador, de 1797, sepultó gran parte de la ciudad bajo tierra. Esto creó una especie de ‘cápsula del tiempo’. Los hallazgos muestran que sobrevivientes de un terremoto anterior al de 1797 reusaron materiales de construcciones destruidas, para levantar nuevas edificaciones.

Fuente: Vistazo

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