Hubo momentos de tensión entre la jueza y el exvicepresidente. En la tareas de rehabilitación obtuvo bajas calificaciones

En la Unidad Judicial de Garantías Penitenciarias de Quito, en el Complejo Judicial Norte, se instaló este 27 de diciembre de 2023 la audiencia para tratar la prelibertad solicitada por el exvicepresidente de la República, Jorge Glas Espinel.

El debate se centró en los informes emitidos por el sistema penitenciario en torno a si el exfuncionario, condenado a seis años por asociación ilícita en el caso Odebrecht y ocho por cohecho en el caso Sobornos, ha cumplido los requisitos para acceder a este beneficio.

Los informes no fueron favorables para Glas que, según la documentación expuesta en la diligencia, obtuvo bajas calificaciones en áreas como educación, cultura, actividad física, entre otras. En promedio suma 2,83 sobre diez puntos y lo mínimo para considerar la prelibertad son cinco puntos.

Sin embargo, no todo fue adverso para el exvicepresidente. Los informes también señalaron que mientras estuvo en prisión no cometió faltas graves; que se mantuvo en el área de mínima seguridad; cumplió el 63,02% de la pena y que, en su momento, pudo justificar una actividad fuera de prisión: la de consultor de proyectos junto a su hermano.

El abogado de Glas, Edison Loaiza, rechazó los informes y calificaciones otorgadas y dijo que el exfuncionario sí participó de actividades académicas, obteniendo hasta maestrías, participó de un culto religioso y, pese a sus problemas de salud, fue parte de las actividades de caminata en la prisión.

Glas tomó la palabra y contó a la jueza Melissa Muñoz Sánchez que se encontraba en calidad de huésped en la Embajada de México en Quito a la espera de que se le otorgue un asilo diplomático que solicitó el 20 de diciembre pasado.

Glas negó que no haya realizado actividades de tipo académico y cultural. Aseguró que obtuvo dos maestrías dentro de la prisión y que leyó más de 300 libros. También, aseguró que todo este tiempo estuvo en un área transitoria de la prisión y jamás en mínima seguridad, por lo que aseguró que los funcionarios penitenciarios han mentido.

Luego de varios minutos, la jueza pidió a Glas que concluya con su intervención, para la cual le había dado dos minutos, pero él seguía hablando e interrumpiéndola. ¡Educación, señor Glas! ¡Educación! Pidió Muñoz. Tuvieron que silenciarle el micrófono de la conexión telemática.

Pasadas las 18:00 la jueza suspendió la audiencia a la espera de un informe más detallado del sistema carcelario sobre los estudios y la seguridad de Glas. La diligencia se retomará a las 15:00 del 28 de diciembre y la decisión final está en manos de Muñoz, más allá de los informes penitenciarios y los alegatos de la defensa.

Fuente: Expreso

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