Cecilia Calderón, Martha Roldós, Lenín Hurtado y Amanda y Tamia Villavicencio hablaron con EL UNIVERSO sobre sus historias de lucha.

Sus vidas están entrelazadas.

Cecilia Calderón Prieto recuerda que en la política de antaño había adversarios y no enemigos políticos. Las figuras políticas podían discrepar ideológicamente, pero eso no impedía que hasta se invitaran a las bodas de sus hijos.

De hecho, la suya con el jurista Iván Castro Patiño, que fue en 1975, “parecía un mitin político” porque estuvieron, entre otros, Raúl Clemente Huerta, líder del Partido Liberal Radical, y Assad Bucaram, director supremo de Concentración de Fuerzas Populares (CFP), a los que su padre, Abdón Calderón Muñoz, fundador del Frente Radical Alfarista (FRA), había combatido.

Abdón Calderón Muñoz fue el fundador del Frente Radical Alfarista. Foto de Archivo Foto: ARCHIVO

Bucaram fue uno de los invitados de su suegro, Nicolás Castro Benites, jurista y productor bananero, identificado con la izquierda liberal.

Su cuñado Nicolás Castro Patiño era por esa época muy amigo de Jaime Roldós Aguilera y de su esposa, Martha Bucaram Ortiz, sobrina de don Assad, y por eso coincidían en reuniones sociales.

Años más tarde, en 1978, su padre y Roldós se enfrentaron en las urnas en los comicios presidenciales que marcaron el retorno a la democracia.

Roldós pasó a la segunda vuelta con el socialcristiano Sixto Durán-Ballén en julio de 1978 y Calderón Muñoz sufrió un atentado ordenado por la dictadura militar en noviembre de ese mismo año. Murió en diciembre. Cuando lo supo, Roldós prometió que no habría perdón ni olvido para sus asesinos.

Jaime Roldós y su esposa, Martha Bucaram de Roldós, en la campaña de 1979. Foto de Archivo

Roldós ganó las elecciones de segunda vuelta en abril de 1979 y se posesionó el 10 de agosto siguiente. Cecilia asumió la dirección del FRA tras la muerte de su papá y Roldós la nominó para integrar el ya extinto Tribunal de Garantías Constitucionales.

Casi dos años más tarde, el 24 de mayo de 1981, Roldós, su esposa y su comitiva murieron en un accidente aéreo que, para sus familiares, aún es confuso.

Los hijos de Roldós, Martha, Diana y Santiago Roldós Bucaram, eran muy jóvenes y se fueron del país entre 1986 y 1988: querían poner distancia para entender qué había pasado y sanar su dolor. Así que no asumieron de inmediato la investigación del caso. Lo hizo, en cambio, su tío paterno León Roldós Aguilera.

En enero del año siguiente, en la Cámara Nacional de Representantes elegida también en los comicios de 1978-1979, se conformó la primera comisión legislativa que investigó la muerte de Roldós y que concluyó que había sido causada por falla humana, aunque los diputados denunciaron que hubo muchos bloqueos y ocultamiento de la información.

En ella estaba Jaime Hurtado González, que había llegado al Parlamento en representación del Movimiento Popular Democrático (MPD).

Jaime Hurtado fue uno de los principales dirigentes del extinto Movimiento Popular Democrático (MPD). Foto de Archivo

A Hurtado, Cecilia Calderón lo había conocido cuando eran estudiantes universitarios a finales de los sesenta. A ella le impresionaron sus discursos en las campañas de las elecciones de las asociaciones estudiantiles. Dice que hacía magia con sus manos, porque el dorso era negro, y las palmas, blancas; y las movía mucho cuando estaba en las tarimas.

Ambos se volvieron a encontrar en el Congreso Nacional de 1998; él llegó por el MPD, y ella, por la Izquierda Democrática, porque la habían expulsado del FRA años antes.

Hurtado fue asesinado en febrero de 1998 a pocos metros del Palacio Legislativo junto con su alterno y su asesor de despacho.

Su hijo Lenín Hurtado Angulo lideró las investigaciones del crimen y se metió de lleno a la política.

En el 2007 fue elegido asambleísta constituyente también por el MPD. Ahí coincidió con Martha Roldós Bucaram, que había vuelto al país un par de años antes y también había empezado a activarse en política de la mano del movimiento Red Ética y Democrática (RED), creado por su tío León, a la vez que seguía recopilando información que le permitiese hallar respuestas a los vacíos de las investigaciones de la muerte de sus padres.

Fernando Villavicencio fue sindicalista, periodista y legislador. Se postuló a la Presidencia por el movimiento Construye en las elecciones anticipadas del 2023. Foto de Archivo Foto: El Universo

Fue en esa época en que Martha conoció a Fernando Villavicencio Valencia, que era líder sindical y militaba en el movimiento Polo Democrático.

Juntos promovieron el voto nulo para la Constitución de Montecristi, y en las elecciones del 2009 fueron candidatos: ella a la Presidencia y él a legislador por Pichincha por la alianza RED-Polo Democrático. Ninguno ganó y luego se dedicaron al periodismo de investigación.

Villavicencio llegó a la Asamblea Nacional en el 2021 por el movimiento Concertación y presidió la Comisión de Fiscalización. Con la declaratoria de muerte cruzada, en mayo de este año, esta fue disuelta y se adelantaron las elecciones presidenciales y legislativas.

Él se postuló para la Presidencia por el movimiento Construye. Fue asesinado el pasado 9 de agosto a la salida de un mitin en un colegio de la capital.

Ahora, Martha conversa con las hijas mayores de Villavicencio, Amanda y Tamia, para darles ánimos, porque la lucha que se les viene para pedir justicia por la muerte del exlegislador será igual de dura que aquella que han vivido ella misma, Lenín Hurtado y Cecilia Calderón. (I)

Fuente: El Universo

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