Los diferentes ecosistemas de la Tierra se han visto drásticamente transformados por una explosión del comercio global, el consumo, el crecimiento de la población humana y la expansión urbanística en los últimos 50 años.

Este desmedido crecimiento ha provocado, según el informe Planeta Vivo 2020 del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), presentado esta semana, que globalmente las poblaciones monitoreadas de mamíferos, aves, peces, reptiles y anfibios hayan disminuido en 68 %.

Sin embargo, el panorama en América Latina es más desalentador, ya que la reducción promedio fue del 94 %.

El reporte ofrece como uno de sus parámetros más relevantes el Índice del Planeta Vivo (IPV) que mide la abundancia de casi 21 000 poblaciones de mamíferos, aves, peces, reptiles y anfibios a nivel global.

El IPV recoge estas tendencias poblacionales para calcular sus cambios porcentuales medios en términos de abundancia entre 1970 y 2016. El índice de este año incluye casi 400 especies adicionales y 4870 poblaciones más que el último Informe que se publicó en el 2018.

“Las tendencias poblacionales de las especies son importantes porque constituyen un buen indicador de la salud global de los ecosistemas. Pero medir la biodiversidad, la variedad de todos los seres vivos, es una cuestión compleja. Aun así, la inmensa mayoría de los indicadores usados muestran un claro declive neto a lo largo de las últimas décadas”, detalla el estudio.

En América Latina y el Caribe la pérdida de biodiversidad se debe en el 51,2 % a los cambios de uso y degradación de los suelos, incluyendo la pérdida de hábitat.

Los cambios regularmente son causados por la agricultura insostenible, la infraestructura, el crecimiento urbano, la producción de energía y la minería. Para los hábitats de agua dulce la fragmentación de ríos y arroyos y la extracción de agua son amenazas comunes.

Incluso, en países como Ecuador, la deforestación y la actividad extractiva no se ha paralizado, incluso con las limitaciones que ha ocasionado el COVID-19.

La WWF destaca que la relevancia del suelo como un componente crucial “del entorno natural, cuyo papel vital para la biodiversidad y los servicios ecosistémicos suele subestimarse”.

Advierte que sin la biodiversidad del suelo los ecosistemas terrestres pueden colapsar, ya que el 90 % de los organismos vivos dependen de estos hábitats.

El informe también alerta sobre el creciente riesgo de extinción de especies vegetales. Se calcula que una de cada cinco especies vegetales (22%) se halla amenazada de extinción, en su mayoría en zonas tropicales.

“Debemos entender que la biodiversidad es un recurso estratégico porque garantiza agricultura, ganadería, pesca, acuacultura, medicinas, fibras, es decir, todos los recursos que necesitamos para vivir. La conservación de la naturaleza está íntimamente relacionada con la soberanía alimentaria y la salud de los habitantes del mundo. Está relacionada con nuestra propia supervivencia” afirma Tarsicio Granizo, director de WWF- Ecuador

¿Estamos a tiempo de revertir estas tendencias? Sí, pero se necesita un “liderazgo sólido” y que todos los seres humanos “pasen a la acción”. De hecho, WWF tiene la iniciativa Revertir la Curva de la biodiversidad que fue presentada en el 2017.

“La serie de catástrofes recientes, como los incendios devastadores, las plagas de langostas y el COVID-19 están sacudiendo la conciencia ambiental global, demostrando que la conservación de la biodiversidad debe convertirse en una inversión estratégica no negociable destinada a preservar nuestra salud, recursos y seguridad”, dice WWF.

Sin embargo, reconoce que el 2020 era clave para la conservación de la biodiversidad, pero por la pandemia, reuniones importantes sobre cambio climático, biodiversidad y desarrollo sostenible se han pospuesto hasta 2021.

“Somos conscientes de que el informe Planeta Vivo 2020 se hace público en un momento especialmente complicado. Mientras el mundo se precipita inevitablemente hacia un periodo de turbulencias, volatilidad y cambios, hemos recopilado información que esperamos sirva para inspirar las actuaciones necesarias para abordar los retos ecológicos, sociales y económicos globales cruciales de nuestro tiempo”, añade WWF.

Fuente: El Universo

Anterior

Salvoconductos serán válidos en Ecuador hasta el 31 de octubre

Siguiente

Artesanía con calidad de exportación producen mujeres en San Gerardo

Revise También: