¿Por qué antes del 2024 nunca se detectaron las discotecas, villas, saunas y otros lujos en las cárceles?
¿Cómo es que ningún funcionario vio o reportó los lujos en las cárceles? Las Fuerzas Armadas detallan que el SNAI debería colocar una denuncia por omisión o complicidad a exdirectores y otros funcionarios.
Desde 2019, en Ecuador se han dictado 42 estados de excepción, muchos incluyeron a las cárceles, que son consideradas epicentro de las mafias narco-criminales.
Desde 2021, en los centros penitenciarios cerca de 500 personas privadas de la libertad fueron asesinadas en motines iniciados por bandas hoy consideradas terroristas.
La gran pregunta es ¿cómo, en todos estos años, nadie vio o reportó los grandes lujos en las cárceles del país? ¿Cómo pasaron desapercibidas piscinas, galleras, discotecas, túneles, suites, paredes y pisos con doble fondo y cables para wifi y televisión satelital?
El comandante general de la Policía, César Zapata, señala que esa investigación es competencia del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI). Lo mismo indica el contralmirante Jaime Vela, jefe del comando conjunto de las Fuerzas Armadas. “Debe ser el SNAI el organismo que presente una denuncia ante la Fiscalía”.
LA HORA consultó si hay denuncias de este tipo, sin obtener respuesta. Además, en el sistema de la Fiscalía no aparecen investigaciones contra exdirectores del SNAI. Solo está Pablo Ramírez, quien estuvo al frente de las cárceles y es mencionado en los chats del caso Metástasis, liderado por Leandro Norero.
‘Armas llevan años encaletadas’
Al cumplirse un mes del estado de excepción decretado por el presidente de la República, Daniel Noboa, el jefe del Comando Conjunto de las FF.AA. señala que una de las principales acciones es encontrar armas encaletadas en las cárceles: “Si seguimos encontrando armas en cárceles no es porque siguen entrando, sino porque no sabemos desde cuándo estarían encaletadas”.
Vela señaló que las FF.AA. han recobrado el control de 10 centros penitenciarios y que ya están en ocho más. De hecho, el 14 de febrero de 2024 los militares devolvieron el control de la cárcel de Los Ríos, al SNAI.
Las salida de los militares se dio por la decisión del juez de garantías penitenciarias de Guayaquil, Manuel Peña Estupiñán, quien emitió un habeas corpus a favor de los presos. Sin embargo, la presencia de militares continúa en otras cárceles del país.
Guías penitenciarios, que prefieren mantener sus nombres en reserva, indican que en las mismas oficinas del SNAI se guardan desde explosivos hasta drogas. “¿Cómo van a denunciarse entre ellos mismos?”, cuestionan.
En agosto de 2023, por ejemplo, las FF.AA. hallaron drogas, explosivos, granadas, fusiles, relojes y dinero en efectivo, no solo en los pabellones de la cárcel Regional de Guayaquil; sino en las oficinas del SNAI.
Tras las intervenciones militares, los presos han declarado que ya no son extorsionados como antes, cuando debían pagar por una botella de agua o sábanas. Las Fuerzas Armadas los han obligado a utilizar camisetas color naranja a todos y los hacen formar a diario en los patios, donde cantan el Himno Nacional.
Las FF.AA. desmantelaron lo que por años nadie vio o solo no quiso denunciar: Las cárceles tenían discotecas, camas de dos plazas, luces led, piscinas, accesorios y ropa de lujo. En el Turi, en la provincia de Azuay, se encontraron túneles por lo que se planeaba la huida de presos. (AVV)
Por primera vez, el Ejército ecuatoriano ha cortado las líneas de internet. Solo en la cárcel de Cotopaxi cortaron 800 metros de cable UTP utilizado para redes de telecomunicaciones.
Fuente: La Hora
