En el mes de mayo de 2007 la Banda de músicos de Girón (única en ese entonces) presentó la revista “La Banda de Girón” en su centenario, una recopilación de historias, anécdotas, entrevistas y mas información sobre este grupo de artistas populares que forman parte de la identidad gironense.
Los testimonios impresos en la publicación así lo certifican, y otros que sin constar, refrendan la presencia centenaria de la banda en el convivir del pueblo, mucho más antes de que la tecnología, con sus pasos gigantes vaya ganado espacio y desplazando al artista con su trabajo en vivo.
En la primera mitad del siglo pasado, la música en vivo animaba casi la totalidad las fiestas cívicas, religiosas y particulares, y los maestros eran cotizados y requeridos en lugares distantes, lo cual representaba días o semanas por efectos de traslado.
Rigoberto Vallejo (Girón, 28 de agosto de 1938), de descendencia de músicos recuerda que al concluir sus estudios en la escuela 27 de Febrero, inició su carrera artística en la banda musical Municipal, cuya dirección fue encomendada a su padre Víctor Vallejo en reemplazo de su antecesor Manuel Villa.
Al tomar la batuta Víctor Vallejo, los integrantes municipales que posiblemente se agruparon entre los años de 1945, por razones desconocidas no quisieron continuar, ello significaba la inminente desaparición del conjunto; pero, surgió un reto a vencer.
Rigoberto Vallejo manifiesta “con muchachos de quinto y sexto grado (entre ellos hermanos y parientes) y algunos jóvenes de 13 o 14 años, todos jóvenes y niños de la escuela 27 de Febrero… mi papá pidió tiempo y nos enseñó a tocar” y así la banda continuó. Los instrumentos nos proporcionaba el Municipio.
Las obligaciones de la banda municipal eran brindar una retreta semanal los domingos a las 7 de la noche en el parque “27 de Febrero” o el portal frente a la iglesia (en caso de mal temporal), amenizar las fiestas del 27 de Febrero, desfiles y otras celebraciones; y, tenían la facultad de aceptar contratos particulares.
El I. Concejo de Girón, el 27 de febrero de 1950 presidido por el Dr. Leopoldo Peñaherrera Ch. oficializó la letra y música del himno a Girón propuesto por el artista Daniel Pinos G., la Banda Municipal fue la encargada de entonar por primera vez el Himno durante la sesión de Cabildo Ampliado.
En aquella época existieron dos bandas en Girón, “la de los señores Pautas” conocida como la “Banda Vieja de Pueblo” y la naciente reconocida como “La banda de los huambras”, sin embargo “no había rivalidad… por que nosotros les respetábamos mucho a ellos, porque nosotros éramos muchachos”
La época marcada por una alta demanda de artistas mantenía ocupados a los músicos de las dos agrupaciones, y mucho más por cuanto debían cumplir contratos fuera del cantón que se extendían por varios días, a caballo acudían a San Fernando, Santa Isabel, Nabón, Cochapata, Las Nieves, Cataviña, Oña y otros lugares.
“Los músicos siempre éramos bien recibidos, bien comidos y bien bebidos”, claro está que “los mayores… los muchachos no bebíamos”, nos atendían con cuatro o cinco platos de comida, el caldo de gallina, el seco, el cuy, el dulce y al último un vaso de chicha.
A mediados de la década de los años 50, el formador de nuevos músicos Víctor Vallejo, dejó la dirección para enrolarse a la banda del ejército en Quito, sucediéndole su hermano Manuel Villa Vallejo, según relatos, antes de la década del sesenta el grupo desapareció por el recorte del apoyo Municipal.
Los integrantes tomaron rumbos diferentes, varios se unieron a la “Banda Vieja”, otros hicieron carrera como parte de bandas militares. Según la revista de la centenaria banda “Néstor Cárdenas relata que el Municipio nuevamente creó una agrupación musical de la que fue Director por 5 años, esto es por el año 1971, hasta que tuvo que irse al ejército”
Resultado de esas bandas “los chicos salimos bastante aptos y no nos cogía mucho tiempo en aprender las canciones”, las bandas de Girón ganaron prestigio a nivel regional y las mantienen, prueba de ello son los múltiples trofeos ganados en festivales organizados en Cuenca y otros lugares.
Revista “Girón 360º”
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