Fue alcalde de Quito entre 1988 y 1992, y hoy, a sus 88 años, desde la biblioteca de su casa, completamente lúcido pero con un problema de salud crónico que le dificulta movilizarse, Rodrigo Paz -empresario, político y dirigente deportivo- analiza la situación de la capital.

¿Cómo ve lo que está enfrentando Quito?

Ver así a la ciudad me duele el alma. Quito ha tenido grandes alcaldes, pero, lamentablemente, hay personas que no entienden que ser Alcalde de la capital involucra una enorme responsabilidad. No solo me duele la situación política por la que atraviesa sino sus problemas, ver el Centro Histórico, la basura, la inseguridad, el estado de las calles…

¿Cómo afecta a la administración que el Alcalde esté siendo removido?

Es una vergüenza para Quito lo que está pasando. Tanto el Tribunal Contencioso Electoral como la ciudadanía a través de sus gremios le dicen que se vaya. ¿Cómo se les llama a los que no tienen vergüenza? El señor tuvo su oportunidad. Es hora de que el señor Vicealcalde tome funciones. Entiendo que es un hombre que tiene carácter y que está preparado.

Yunda dice que a él lo eligió el pueblo y que lo quieren sacar 14 concejales

El pueblo a veces se equivoca, a veces es ingenuo y le cree al que le habla bonito. Acuérdese que Bucaram alcanzó la Presidencia saliendo en una orquesta y cantando.

En su período, tampoco era frecuente que los intereses políticos fraccionaran al Concejo Metropolitano. Ahora está dividido. ¿Se puede gobernar con un Concejo en contra?

Cuando yo fui alcalde había 15 concejales. Al inicio, por mi partido tenía apenas apoyo de cuatro, entre ellos estaba Alexandra Vela, pero pronto se unieron y al final todos fuimos un solo equipo por la ciudad. Absolutamente todos aportaron. Se dieron cuenta que nosotros estábamos trabajando por la capital así que apoyaron nuestra gestión. Imposible gobernar sin apoyo en la misma casa.

¿Alguna vez hubo peleas? ¿Acusaciones o juicios de por medio?

Nunca. Sí diferencias de criterios, pero se resolvieron.

Un problema en la actual Alcaldía son los supuestos actos de corrupción que han salpicado a funcionarios y familiares.

Como es la cabeza, es el cuerpo. Todos los funcionarios de mi administración salieron sin una sola glosa, sin observaciones de la Contraloría… En el agua potable se hicieron grandes obras, por ejemplo, el Proyecto
Papallacta, y al terminar la gestión se fiscalizaron. Pudimos bajar cerca de USD 5 millones el costo final de la obra.

Tomando en cuenta que a Santiago Guarderas le quedaría menos de un año 10 meses en la administración, ¿cómo se puede retomar la visión de ciudad?

Primero debe salir la mala hierba y los concejales deben apoyar las obras. Debe poner a gente que con su garantía de honestidad y currículum pueda desarrollar proyectos. Y se debe vigilar de cerca para evitar actos de corrupción.

Guarderas ha hablado de cambiar cabezas…

Si la cabeza es respetada, se sabe que el resto lo es. Lo primero es ver lo que está mal. También deben buscar financiamiento, nosotros tampoco teníamos plata, pero se debe buscar alternativas. Eso se consigue siempre y cuando haya gente capacitada que sepa lo que tiene que hacer.

¿Cuál es la prioridad de la ciudad al momento?

El Metro es muy importante. Pero hay que saber que con 45 centavos no va a poder funcionar. A estas alturas se debería saber cómo se va a manejar, qué costo va a tener. Hay que transparentar las cifras. Pero también hay otros problemas. Yo soy asmático crónico y sé que el aire de la capital no es el adecuado. ¿Qué buses tenemos? El problema del transporte es fuerte. Hay que investigar, sanear y volver al Municipio eficiente y honrado.

¿Qué perfil debería tener la persona que asuma el liderazgo de la ciudad?

Cuando yo fui Alcalde, Quito tenía un millón de habitantes, ahora tiene tres millones. Es una ciudad que ha crecido enormemente. Debe ser alguien calificado, pero por sobre todo, honesto. A la gente que trabajó conmigo, nadie pudo decirle ladrona.

La ciudadanía está cansada. Hay fuertes críticas también al Concejo. ¿Qué papel tiene el capitalino?

La gente tiene derecho a exigir, pero la exigencia tiene que estar comprometida con el derecho de ceder y cooperar en equipo. Voy a hacer una comparación con lo que yo sé. Un equipo de 11 jugadores, que pueden no ser grandes pero que saben trabajar en equipo, puede ser campeón. Eso queremos para Quito, que salgamos campeones. La gente debe apoyar no solo la gestión municipal, sino al Gobierno y a la empresa privada.

¿Un mensaje para Jorge Yunda?

Que se vaya a la casa.

¿Y para Santiago Guarderas?

Que se deje apoyar. Debe buscar criterios de técnicos, de gente experta. Ejemplo: quien más conoce de transporte en el país es César Arias. Debe formar un buen equipo.

Su trayectoria

Rodrigo Paz Delgado (Tulcán, 1933) fue alcalde de Quito entre 1988 y 1992. Fue ministro de Finanzas en el gobierno de Jaime Roldós; presidente del Consejo Nacional de Modernización en el gobierno interino de Fabián Alarcón. Es presidente honorario de Liga Deportiva Universitaria de Quito.

Fuente: El Comercio

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